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El abrazo partido

de Daniel Burman

Estreno 02/04/2004

Extras

  • Biofilmografía del director
    En 1995, a la edad de 22 años, dirije “Un Crisantemo Estalla en Cincoesquinas”, su primer largometraje como director. El film es elegido para la apertura del Panorama, en la Berlinale 1997 . Participa en varios festivales, como Sundance, Montreal, Biarritz, San Sebastián, Chicago, y La Habana, entre otros.
    Luego Burman realiza “Esperando al Mesías”, film que indaga en los conflictos enfrentados por un joven de la comunidad judía atrapado entre lazos familiares y su deseo por explorar nuevos horizontes. Este film es coproducido con Italia y España con el apoyo de Eurimages
    La película se presenta en numerosos festivales , tales como Venecia, Toronto, Tokio, Tesalónica y Sao Paulo, obteniendo el Grand Prix du Public en Biarritz, el premio Fripesci en Valladolid, Premio Coral al Mejor Film en Habana y el Premio al Mejor Actor en el Festival de Buenos Aires.
    El realizador, descendiente de inmigrantes judeo -polacos, incursiona en el documental con “Siete Días en el Once” (film que detalla la vida cotidiana en el barrio judio de Bs AS).
    A esta producción le sigue “Todas las Azafatas Van al Cielo” película que obtiene el prestigioso galardon SUNDANCE/NHK Filmmakers Award en el año 2001. La misma es una co producción con Italia y España, distribuida por Buena Vista Internacional . En el 2002 se proyecta en el Panorama de la Berlinale. Durante ese año Burman coproduce el film de Walter Salles “Diarios de Motocicleta” yparticipa de la producción de “Nadar Solo”, opera prima de Ezequiel Acuña.

    Al año siguiente dirige y produce “El Abrazo partido” que obtiene el premio Mejor Guion Inedito otorgado por Canal+ y el apoyo de Cinemart y del Fonds Sud Cinema.

    El Abrazo partido es su cuarta película, la cual es presentada en el marco de la Competencia Oficial del Festival de Berlin 2004 ganando el Premio Especial del Jurado y el Oso de Plata al Mejor Actor, Daniel Hendler.
  • Nota del director
    En mis anteriores películas, el único momento donde sentía que esto se parecía a un trabajo, era cuando llegaba el momento de tener que hablar con los actores. (Ahora a la distancia creo que les tenía miedo). En cambio, en esta película ese temor devino en un placer extraordinario. La construcción del universo de la galeria me obligó a tener muy claro desde un principio quien era quien, y definir a los personajes no por oposición, si no tratando de contar sus individualidades de manera muy austere: pequeños gestos, una palabra, la manera de palpar un rollo de telas… etc

    Lo que sucede en realidad es que todos los habitantes de la galería me resultan familiares, casi viejos amigos. En mi niñez y adolescencia transcurridos en el barrio del Once siempre fui espectador de aquellas historias y personajes extraordiarios que se esconden a traves de la aparente monotonia del mundo comercial.
    Para algunos pueden pasar desapercibidos por el frenesí de los empleados llevando y trayendo cosas y los clientes esperando que llegue un descuento, pero detrás de los mostradores siempre encontré señales que advertían universos muy ricos en historias maquillados de mediocridad para mantenerse ocultos.

    El proceso de casting fue muy divertido. Convocamos en el teatro de un club judio a actores “amateurs”. Vinieron amas de casa, contadores, sastres, etc. Todos querian participar en la película y todos en su juventud habian soñado con una vida distinta de aquella que plantea repetir siempre la misma rutina...
    El desafio mas grande era el de poder combinar estos “actores-no actors” frente a aquellos denominados “profesionales”. Fue fundamental en este aspecto la decisión de dejar fuera del set todo aquel elemento que interrumpa la inmediatez entre la cámara y los actores, y mas aun, entre el lente y aquello que los actores podían llegar a hacer. Se optó por no utilizar grips y en cambio, usar (excepto sólo un plano) la cámara en mano durante toda la película.

    El zoom y el reencuadre en toma fue la manera de remarcar sin pudores ni sutilezas, aquel gesto o palabra del personaje donde radicaba su unicidad.

Trailer: La calle de la amargura